Censura de videojuegos: los países que limitan su consumo
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El anuncio de China de restringir a un máximo de 3 horas diarias el uso de videojuegos no es un caso único: repasamos los países que acotan su práctica.
Hace unas semanas, China anunciaba una política que sorprendió a todo el planeta, en especial a los usuarios de videojuegos: el país asiático restringirá el consumo de videojuegos a los menores de edad, limitando su disfrute solo a los fines de semana y una hora cada día, de 21 a 23 horas. La noticia ha pillado por sorpresa a todos, pero China no es, ni mucho menos, el único país que tiene políticas de censura de videojuegos.
De hecho, Corea del Sur suspendió el pasado agosto una ley similar, conocida como Cinderella, en la cual prohibía a los niños menores de edad jugar a videojuegos online entre las 12 de la noche y las 6 de la mañana.
Y estas prácticas de censura o limitación van desde el grado mínimo, como las etiquetas PEGI occidentales que son simples recomendaciones que pretenden evitar que jóvenes disfruten de videojuegos que no son propios para su edad, hasta la prohibición de que algunas obras lleguen a determinados países.
Lo cierto es que la mayoría de los países han llegado a censurar de forma puntual algunos videojuegos por diferentes motivaciones, entre las que se encuentra un uso explícito de contenido sexual, violencia excesiva o exposición de políticas que van en contra de los valores nacionales. Son muchos los países que imponen algún tipo de censura o restricción, pero a continuación nos haremos eco de los casos más sonados en el mundo.
Ley del videojuego: las naciones que censuran o restringen su uso
Vietnam
En 2011, el Ministerio de Información y Comunicación de Vietnam, siguiendo una política muy similar a la china, impidió que los menores de edad pudieran acceder a los videojuegos online desde las 10 de la noche a las 8 de la mañana, con la intención de reducir su consumo.
Además, cada año restringen y prohíben la distribución de juegos que puedan promover las apuestas, la violencia o la distorsión de la historia del país. Así, solo desde 2017 hasta 2019 eliminaron de Apple y Play Store más de 241 aplicaciones, de acuerdo al medio Nikkei Asia.
Kagawa (Japón)
Todavía en el continente asiático, la prefectura de Kagawa en Japón aprobó el pasado 2020 una ley que también imponía un límite a la cantidad de tiempo que los menores de edad japoneses podían invertir en los juegos online. Entre semana, los jóvenes solo podrán contar con 60 minutos de tiempo de juego y, durante los findes, 90. Además, no se podrán utilizar más tarde de las 10 de la noche.
Aun así, no hay ninguna manera de comprobar que esto se acate o no, por lo que dejan a la responsabilidad de los padres el cumplimiento de la norma.
Australia
Australia tiene una clasificación de videojuegos muy similar a la de Europa, salvo que sus etiquetas se limitan a MA15+ y R18+. El problema es que los videojuegos que no son capaces de encontrar un hueco en estas pueden llegar a encontrar problemas de las autoridades para conseguir distribuirse. Son varias las razones que podrían denegar su distribución: promoción e instrucción de crímenes o violencia, reproducción de violación, promoción de actividades pedófilas o abusos sexuales.
Así, obras tan conocidas como Hotline Miami, Song of Memories, South Park: The Stick of Truth o Saints Row IV no pueden encontrarse de forma legal en el país.
Malasya y Singapore
El país asiático restringe cualquier videojuego que tenga contenido que pueda ser considerado antimusulmán, sexual, violento o bestial. Uno de los principales ejemplos es Dante’s Inferno, que nunca ha podido ver la luz allí.
En Singapore van un paso más allá e incluso censuran aquellas obras que pueden hacer proselitismo de la homosexualidad. El caso más flagrante es el de la serie Mass Effect.
Arabia Saudí y Emiratos Unidos Árabes
El gobierno saudí prohíbe la distribución de videojuegos que contengan escenas que tengan sexo explícito o desnudos e incluso violencia contra los musulmanes o que les dejen en mal lugar. Obras como LA Noire, God of War, Call of Duty 4: Modern Warfare o Assassin’s Creed no pueden distribuirse en el país por alguna de estas razones.
Irán
El Ministerio de Cultura y Orientación Islámica del gobierno iraní aprobó la década pasada una ley que les permitía prohibir la distribución de videojuegos que pudieran contener propagando a favor de Norteamérica y en contra de los postulados del gobierno. Así, obras como Battlefield 3, ARMA 3 o 1979 Revolution: Black Friday no están permitidos en el país.
Borja Díez
Periodista especializado
Colaborador de MAPFRE