Activision podría triunfar en 2020 con Black Ops Cold War
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Call of Duty: Black Ops Cold War será el principal reto de Activision después del éxito de Warzone, al que deberá añadir un sistema anticheating funcional.
2020 puede ser un año excelente para Activision, a pesar de todos los problemas y de la incertidumbre que actualmente asola al sector de los videojuegos, con anuncios de retraso y la dificultad de adaptarse al teletrabajo cuando los proyectos están tan avanzados, como le ha ocurrido al Cyberpunk 2077. En el calendario aparece marcado en rojo noviembre, mes en el que se estrena su próxima gran producción: Call of Duty: Black Ops Cold War.
El clásico shooter volverá a revivir los conflictos de la Guerra Fría, esta vez proclamando la más estricta fidelidad a lo ocurrido bajo la premisa de que si no conoces la historia, “estaremos condenados a repetirla”, por lo que no todo serán tiroteos, violencia y el frenesí de la contienda bélica, sino que la narrativa será una parte importante de este nuevo título.
Eso es lo que, al menos, deja entender Activision en sus vídeos promocionales, todos con imágenes reales de diferentes momentos del conflicto, como la guerra de Vietnam o huelgas a favor de los derechos humanos, y protagonizados por las personalidades de la época, como Yuri Bezmenov, un espía de la antigua KBG rusa que hablaba de derrocar la hegemonía estadounidense.
Un Call of Duty con un modo campaña muy importante
Lo que más ha llamado la atención es que el primer lugar donde comenzó a publicitarse el Call of Duty: Black Ops Cold War fue Warzone. Sí, como suena: un videojuego promocionándose dentro de otro videojuego. En algunos escenarios del mapa, la pantalla parecía decodificarse y lanzar mensajes que luego serían eslóganes publicitarios. De hecho, desde Activision han prometido que ambos juegos estarán muy estrechamente relacionados.
Como en las grandes citas de Fortnite, el battle royale de Call of Duty organizó un evento para presentar el teaser completo del nuevo título y fueron muchos los jugadores que se animaron a participar en directo. Pero esta no fue ni será la única actuación conjunta en ambos juegos.
Más allá de eso, la intención de Activision es que Call of Duty: Black Ops Cold War no solo sea espectacular en el modo multijugador, una de las principales demandas de su público. De ahí que estén dando tanto bombo a una trama que se asemejará al máximo a la historia real. Aunque, según se ha dejado caer en las informaciones publicadas, el protagonista será un personaje creado desde 0 a nuestro gusto.
Y no solo podremos personalizarlo como queramos, sino que en la mayoría de las conversaciones que tengamos podremos elegir la respuesta que mejor nos convenga, pudiendo incluso alterar el cauce de los acontecimientos para llegar a diferentes finales, algo hasta ahora inédito en el universo Call of Duty.
Solucionar el problema con los cheaters
Warzone ha funcionado a la perfección hasta ahora, eso es indiscutible. Aun así, su éxito puede ser fugaz y Activision puede pegarse un batacazo si antes no acomete importantes cambios en su battle royale. Nos referimos a su gran problema —que no es ajeno a otros títulos de la competencia—: la preocupante presencia de cheaters, esto es, usuarios que utilizan trucos para ganar más fácilmente sus partidas, como el apuntado automático o la detección de enemigos en sus alrededores.
La compañía sabe que está en un período crucial para sus perspectivas de futuro. La explosión de Fall Guys, el buen hacer de Fortnite y el surgimiento de Among Us puede robarle parte de su cuota de usuarios y son conscientes de la necesidad de responder a las demandas de sus jugadores si no quiere tenerlos descontentos.
En ese contexto, Activision ha emprendido acciones legales contra una compañía que precisamente se dedica a comercializar programas o aplicaciones que activan trucos en Warzone y Modern Warfare, entre otros cientos de juegos. La página en cuestión, CXCheats, dejó posteriormente de incluir esos artículos entre sus productos oficiales.
La compañía ha tomado la difícil decisión de desarrollar un juego en una época de transición, de la generación de PS4 y Xbox One a PS5 y Xbox Series X. La tecnología Ray Tracing y el lanzamiento de la tarjeta gráfica TRX Nvidia prometen una revolución gráfica a la altura en los ordenadores, aunque más dudas hay en las consolas precisamente por el problema de quedarte a medio camino entre la versión moderna y la anterior.
Lo cierto es que Warzone hasta ahora ha demostrado ser una excelente decisión. En caso de repetir el éxito con Black Ops Cold War, este sería un año perfecto para Activision, incluso a pesar de todos los problemas económicos y laborales que han tenido que atravesar y de la buena y variada competencia que le ha surgido con el paso de los meses.
Periodista especializado
Colaborador de MAPFRE