Paper Mario: The Origami King, una experiencia agradable
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The Origami King es el último título de la saga Paper Mario, en la que se abandona por primera vez el RPG pero se mantienen los combates y la exploración. ¡No te lo pierdas!
Paper Mario siempre ha sido la saga del mítico fontanero de Nintendo a lo que acudir si se quería algo diferente. El estilo pictográfico, la jugabilidad y las sensaciones suponían una ruptura con lo que suponían los juegos de Mario y esa esencia le hizo triunfar. Y eso precisamente se intensifica aún más en esta última entrega en Nintendo Switch, Paper Mario: The Origami King, donde se abandona la apuesta por el RPG a pesar de continuar con las mecánicas de combate y exploración y donde los diálogos siguen jugando un papel importante.
El pilar central del juego es la lucha contra la monotonía. Porque en cada mundo o lugar del mapa que descubrimos encontramos mecánicas que son novedosas y que prácticamente no vuelven a aparecer. Los minijuegos precisamente ayudan mucho a romper esa uniformidad. Sus aproximadamente 30 horas están llenas de aventuras que depuran frescura y diversión a raudales, sin que termine de volverse pesado.
Y desprenderse de la pureza del RPG tiene una inmediata consecuencia: acercarse al sandbox (mundo abierto), en donde no hay niveles superpuestos sino mapas amplios, con una gran cantidad de coleccionables dentro de ellos, que colindan unos con otros y a los que podemos acudir en el orden que queramos, rompiendo con la linealidad típica de los juegos de Mario.
Un sistema de combate diferente
Lo complicado de todo era cómo Nintendo pretendía congeniar un título que abandona el rol pero que seguía teniendo los combates como punto central de la trama. La respuesta está en un sistema donde los puzles se convierten en un elemento central de todas las batallas: cada enemigo está en un anillo de posición diferente y hemos de comernos la cabeza moviéndolos para que todos se alineen y podamos atacarlos de una vez.
De esta manera, eliminar a los enemigos se convierte en un auténtico rompecabezas donde tendremos que combinar la colocación de los rivales con los diferentes saltos y armas que están a nuestra disposición. Es más, uno de los puntos donde mejor luce el título es con los jefes finales de cada zona: tener ataques exclusivos, formas cambiantes y que el personaje utilice mecánicas singulares para cada uno hace que sea muy entretenido y sorprendente. Y para colmo, rompe con el tipo de combate común en el que Mario está en el centro y los enemigos, en los anillos externos: aquí sucede al contrario.
Y la mala noticia es que no puedes personalizar el personaje a tu gusto. No puedes adquirir armas ni habilidades, sino únicamente una suerte de instrumentos que te ayudarán, entre otras cosas, a localizar los objetos coleccionables en cada escenario.
Un Paper Mario con la esencia clásica
Intelligent Systems -la compañía desarrolladora del juego- tenía el difícil papel de devolverle a la saga el encanto de las primeras ediciones. De Super Paper Mario, entrega de la Wii, en adelante, los juegos habían perdido aquello que les había catapultado a convertirse en uno de los favoritos del público. Y a pesar de la complicada tarea de hacerlo desquitándose del rol, Paper Mario: The Origami King es una magnífica experiencia jugable.
Para empezar, porque a pesar de su aparente simple estilo cartográfico, este está muy bien logrado. Es agradable ver un Mario diferente al que estamos acostumbrado: desenfadado, cálido, sencillo… Es una oda a la infancia, por mucho que el título sea asequible para cualquier público.
Y otro de los elementos que brilla es el humor que destila de los diálogos y las acciones del juego: el guion tiene giros un tanto absurdos que difícilmente no te sacarán alguna que otra risa. El carisma que desprende la historia acaba enganchando, incluso a sabiendas de que no es nada compleja y no llega a ningún sitio.
En lo que respecta a la dificultad, esta entrega no es un reto que nos ponga en muchos apuros, pero no es ni mucho menos un paseo. Habrá puzles que nos harán pasar algún mal rato, pero por lo general son bastante asequibles y está diseñado para todo tipo de jugadores. Y ayuda bastante a que funcione bastante bien al excelente elenco de personajes que aparecen, sin duda un ingrediente bastante importante para configurar un juego que probablemente esté entre los mejores de la saga en la Nintendo Switch.
En definitiva, Paper Mario: The Origami King por fin consigue emular lo que ofrecieron las primeras entregas del título. Si bien el sistema de combate a veces resulta un tanto pesado, el resto de los elementos brillan de tal forma que es un obstáculo que no impide disfrutarlo.
Periodista especializado
Colaborador de MAPFRE