High Score, el documental del nacimiento de los videojuegos

Los comienzos de la industria del videojuego no fueron nada fáciles. Su origen fue abrupto y su llegada generó bastante desconfianza. Pero, independientemente de que la hayamos vivido en nuestras propias carnes o no, revisitar su nacimiento, sacia nuestra sed de nostalgia.

Las máquinas arcade, los míticos sonidos 8-bits, la Atari, los primeros juegos de peleas… Precisamente el documental de Netflix High Score: El mundo de los videojuegos repasa cómo se gestó todo aquello, la semilla de lo que vivimos hoy.

Y no es una serie documental hecha solo para amantes del sector, el formato desenfadado, la claridad expositiva y un hilo conductor entretenido y sin un lenguaje puramente técnico permiten que sea un buen acercamiento para los que no saben mucho del nacimiento de los videojuegos.

Cómo surgieron las primeras máquinas arcade, cuál fue el secreto que explica el boom que vivió Atari, por qué Pac-man se convirtió en un fenómeno mundial… Sin duda, ayuda mucho a que sean los propios protagonistas de aquellos momentos los que cuenten cómo se produjo esa evolución.

Aun así, se trata más de un breve índice que de una obra que indague y responda a todas las inquietudes de aquel que la ve, pero lo importante es que sirve para hacerse una idea y saber cómo se desarrolló la industria y cuáles fueron los principales baches que vivieron al comienzo del camino.

La historia contada en base a los protagonistas

A veces puede resultar extraño que entre historia e historia no medie un pequeño background, pero esto se solventa fácilmente con el carisma y la narración de los protagonistas, la mayoría de ellos con mucho que contar: cómo surgió su idea, cómo la desarrolló, cuáles eran sus limitaciones…Y una de las perspectivas que agradecemos ver es la influencia que las decisiones empresariales y de Marketing tienen en el desarrollo de un juego, con ET: el extraterreste como mayor exponente.

Además, permite que conozcamos los entresijos de los juegos míticos, como es el caso de Space Invaders gracias al relato de su creador Tomohiro Nishikado y una serie de documentos que hasta ahora no habían aparecido; o Sonic el Herizo, en el que Naoto Ohsimida cuénta cómo se fue desarrollando.

Ante nosotros, irán apareciendo una serie de imágenes. Incluso se relatan historias muy olvidadas, como el inventor de la Faichild Channel, el primer prototipo de cartuchos de juegos.

Aun así, quedan huecos por rellenar que, si bien el que acude por curiosidad pasará por alto, los que saben un poco más de aquellos primeros años de vida no podrán hacerlo. Eso no quita que se pueda disfrutar, ya que, por encima de un carácter divulgativo, el documental destaca también por su entretenimiento.

Con sus limitaciones, a High Score se le pueden agradecer muchas cosas: como que ponga en el escaparate las primeras competiciones de videojuegos —probablemente, la primera piedra de los esports— o que nos permita conocer el lado humano de muchas decisiones corporativas que luego se implantaron en los videojuegos y que hoy en día son esenciales para estos: jefes finales, adaptación del estilo al público objetivo, dificultad creciente por niveles…

Lagunas importantes, pero compensadas

La ausencia de muchos acontecimientos históricos importantes, como el impacto del auge de los videojuegos en Europa o el olvido de clásicos esenciales como Super Mario, se compensa con anécdotas y acontecimientos que quizá muchos desconocían. La serie fluye con un ritmo atractivo y con una selección de imágenes espectacular, por no hablar de una banda sonora que casa a la perfección con la época que se quiere representar.

Su estilo gráfico es sorprendente y es capaz de abarcar desde secuencias con efectos audiovisuales cinematográficos hasta escenas realizadas íntegramente a base de pixel art. Una de las narraciones que más brilla es la que relata la guerra cruzada entre dos gigantes del sector: Sony y SEGA, aunque se peca de un enfoque demasiado norteamericano, ya que las compañías japonesas apenas tienen su oportunidad de relatar lo sucedido.

High Score: El mundo de los videojuegos es una excelente obra para disfrutar en Netflix. El hecho de que sea para todos sus públicos, tener 6 capítulos de menos de 50 minutos y que el ritmo sea trepidante, hacen que sea perfecta para ver solo o en compañía.

Periodista especializado
Colaborador de MAPFRE