Dragon Quest: saga completa
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Dragon Quest es mucho más que una franquicia de culto, es la base sobre la que se cimentó el género JRGP. Hacemos un repaso por los títulos de la saga principal.
La franquicia de Square Enix es algo más que una saga de culto, es historia viva de la industria del videojuego. El primer título fue algo insólito, porque consiguió llevar la magia de los juegos de rol de corte japonés a las consolas en una época en la que lo común era seguir la senda marcada por los juegos de las recreativas.
Pero su grandeza va más allá de ser pionero en su tiempo; con el paso de los años ha sabido innovar, evolucionar e introducir conceptos rompedores en una fórmula que se ha mantenido fiel a sus raíces. Dejando a un lado el salto técnico, las sensaciones que se experimentan en cada uno de sus títulos son las mismas que en aquel primer Dragon Quest. Por todo ello, hoy queremos hacer un repaso por una saga considerada por muchos como el rey de los JRPG.
Dragon Quest (1986)
Con este juego daba comienzo la leyenda. Lanzado originalmente para Famicom, contaba un relato épico y de fantasía con un mensaje que podían disfrutar tanto los niños como los más experimentados. Debíamos controlar a nuestro héroe para salvar el reino de Alefgard y rescatar a su princesa del malvado Señor del Dragón. Con él se sentaban las bases de los RPG japoneses que aún hoy siguen vigentes, como el sistema de combate por turnos.
Dragon Quest II (1987)
Un año más tarde apareció la segunda entrega, con el mismo argumento y un éxito similar a la primera. En esta ocasión nuestro héroe no estaba solo: había muchos más héroes por manejar, cada uno con sus propias características. Además, se pulió la jugabilidad, se añadieron nuevos elementos de puzles, y se hizo más extenso que el primero.
Dragon Quest III (1988)
El mercado japonés ya estaba obsesionado con esta saga (en el resto del mundo tardaríamos un poco en darle el valor que merecía), pero fue con esta tercera entrega con la que se consolidó su importancia. Con ella se llegó a un nivel completamente nuevo, con innovaciones muy arriesgadas para su época (como una batería interna para guardar la partida, o la introducción de ciclos de día y noche), además de dar un giro inesperado a la historia presentándonos una precuela.
Dragon Quest IV (1990)
Esta entrega era una especie de punto y aparte que daba comienzo a otra trilogía. Se introdujeron numerosos cambios, como un mapa del mundo o el sistema denominado “táctica”, con el que podíamos elegir el comportamiento que tendrían los personajes en la batalla sin necesidad de manejarlos. Un concepto muy revolucionario para la época.
Dragon Quest V (1992)
El furor de los japoneses por esta franquicia estaba completamente desatado, algo que Enix y Spike Chunsoft quisieron potenciar aún más. Y vaya si lo consiguieron: se sacaron de la manga un nuevo título que supo aprovechar el salto a los 16 bits, con una historia que abarcaba tres generaciones, o un nuevo sistema que permitía que los icónicos monstruos participasen directamente en la aventura. Fue una de las entregas más memorables y queridas por los fans del género, que además dio pie a la sub saga Dragon Quest Monsters.
Dragon Quest VI (1995)
El cierre de la segunda trilogía presentaba una historia ambientada en dos mundos interrelacionados con sus dos mapas, de manera que lo que pasaba en uno repercutía en el otro. Aquí se introdujeron por primera vez las habilidades, así como un medidor de estilo del personaje.
Dragon Quest VII (2000)
La séptima entrega de la saga fue la que dio el salto de Nintendo a la primera PlayStation, lo que repercutió positivamente en la calidad, ofreciendo ahora escenarios tridimensionales, un mapa descomunal, y una vista de cámara con libertad de movimiento. Pero esta saga elevada a clásico aún no había llegado a Europa.
Dragon Quest VIII (2004)
Dragon Quest VIII se lanzó exclusivamente para PlayStation 2. Tuvo un desarrollo complicado (fue el momento en el que Enix se fusionaba con Square Soft para formar Square Enix), pero el esfuerzo mereció la pena, ya que está considerado como uno de los mejores JRPG de la historia. Era un espectacular mundo abierto con una estética más cercana a la animación digital, exploración en 3D, más elementos tácticos y una movilidad muy superior.
Dragon Quest IX (2009)
La primera entrega diseñada para la portátil de Nintendo introducía muchos cambios: podíamos diseñar a nuestro héroe como quisiéramos, e incluso cambiar su vocación; los monstruos ya no aparecían de forma aleatoria, sino que eran visibles en el mapa y podíamos decidir si acercarnos a ellos o esquivarlos; además, se cambiaron algunos ajustes jugables para adaptarse a las posibilidades de la portátil, además de nuevas opciones de multijugador.
Dragon Quest X (2012)
La décima entrega fue un título muy especial, entre otras cosas porque con ella se dio el salto al género del MMORPG. En un principio se editaron en exclusiva para Japón para Wii y WiiU, pero actualmente se puede jugar también en PC, PS4, Switch, Android, iOS y Nintendo 3DS.
Dragon Quest XI (2017)
Apareció en PlayStation 4 como el primer juego de la saga de la era del HD. Un cambio tecnológico importante, pero preservando la esencia, la magia y las tradiciones del juego. En él se repitieron los aciertos anteriores y se añadieron novedades, como los acabados de película gracias al Unreal Engine, o la posibilidad de jugar a la misma experiencia con toda su grandeza en la portátil de Nintendo.
Dragon Quest XII (2023)
El último título de la saga es otro punto y aparte: un Dragon Quest con temática más adultas, un tono más oscuro, un mundo mucho más amplio y con mayor libertad, y un sistema de combate innovador, aunque como siempre, manteniendo algunas partes fieles a la imagen tradicional.
Aún no hay fecha de lanzamiento confirmada, aunque se prevé su salida en 2023. Durante la celebración del 35 aniversario de la saga se emitió un avance de Dragon Quest XII, que es el vídeo que acompaña a este texto.