Eye Toy, la webcam de PS2 que revolucionó el gameplay

Octubre de 2003: Playstation decidía lanzar al mercado un periférico que innovara con el gameplay visto hasta la fecha. Ese producto era Eye Toy, una cámara web como las que todo el mundo tenía en su casa en ese momento, pero enfocada a una serie concreta de videojuegos.

Grababa a color, tenía una resolución de 320×240 píxeles y en sus comienzos fue fabricada por Logitech. La idea la tuvo Richard Marks al querer crear una tecnología que mezclara un interfaz de usuario de juego natural con las prestaciones de la consola del momento. Eye Toy consiguió de esta manera tecnologías de reconocimiento visual y de gestos y logró su cometido: dar un giro de 180 grados al gameplay visto hasta el momento.

Su amplia y variada oferta de juegos permitió además abrirse a un público antes inédito en los videojuegos, como pasaría más tarde con la Wii y los juegos Wii Sports y compañía. Aunque es cierto que la jugabilidad no fue algo enrevesado ni rebuscado, sí que fue algo inédito hasta entonces y que mejoró la imagen de marca de Sony.

Según aseguraban, su intención era que «el jugador sea el control en el sistema PlayStation 2 y que no requiera ningún tipo de control, solo que interactúe en la pantalla y que sea el personaje en el que se basa la historia del juego». Y todo esto gracias a la realidad aumentada con la que años después triunfaría Pokémon Go.

Cámara PS2

El primer juego en estrenar el periférico fue el Eye Toy: Play, que incorporaba múltiples minijuegos de hasta 8 jugadores. De hecho, la saga funcionó tan bien que se hicieron hasta tres entregas, cada una especializada en diferentes temáticas de juegos.

La forma de interactuar con el HUD (Heads Up Display, Interfaz de Usuario) también fue bastante curiosa. Por ejemplo, para seleccionar un nivel o un modo de juego, el usuario debía colocar su mano en la cámara sobre este.

Era difícil visitar una casa donde los inquilinos no tuvieran una PlayStation 2 con una Eye Toy. En 2007, el periférico alcanzó el millón de ventas.

Además de la serie de juegos de diferentes deportes, entre los que se encuentran el ping pong, fútbol rugby, tenis y hasta baloncesto, hay también una amplia variedad de estilos de baile y música.

Uno de los que más nicho creó fue el de Kinetic Combat, que ofrecía una interesante gama de estilos de pelea con una jugabilidad atrevida y un abanico de modos de juego amplio y divertido.

Playstation cámara

A continuación, repasamos cuáles son los mejores videojuegos que nos ha dejado Eye Toy, predecesora entre otras de PS Move, periférico que recogió el testigo de intentar cambiar el Gameplay, este quizá más influido en los mandos de Wii.

Eye Toy Juegos Olímpicos

Aunque es cierto que la saga de Eye Toy no fue la única donde se podía utilizar el periférico, sí fue la que mejor supo implementar el sistema. En Hero nos poníamos en la piel de un personaje que tenía que afrontar una serie de retos blandiendo una espada.

La edición de deportes en la que se incorporó a casi todos los olímpicos fue un auténtico triunfo, convirtiéndolo en un plan perfecto para la familia y los amigos. Uno de los ejercicios más divertidos sin duda fue el remo: por equipos de dos, había que imitar el movimiento de las paletas a mayor velocidad que el otro equipo para ganar. ¡Vencer conllevaba sudar la gota gorda!

La carrera de sacos fue otra de las que se quedó en la retina. Saltando en el sitio, uno debía avanzar con cuidado de no caerse, todo un ejercicio de equilibrio y diversión. En total, había más de 100 minijuegos donde elegir, haciendo casi imposible repetir opción de manera que cada partida era prácticamente diferente.

En Eye Toy: Play 3 había pequeñas misiones como la de recoger los remates de voley de diferentes rivales manejados por la máquina, o las interminables partidas de bolos que provocaron más de una pequeña bronca. Se recuerda con especial cariño la aplicación que incorporaba diferentes filtros para hacer fotos, antecesor de los que hoy se utiliza en Instagram y que en aquel tiempo era inimaginable.

No fueron pocos los que recibieron de buena gana las funcionalidades de Eye Toy, ya que obligaba a todo aquel que lo jugara a hacer deporte y moverse, además por supuesto de divertirse. De hecho, un estudio de la Universidad Nottingham Trent de Reino Unido alentaba a los padres a comprarle a sus hijos títulos de este calibre.

Calcularon que un niño que jugara una hora a estos juegos podría perder hasta medio kilo de peso, obligándoles a invertir un 40% más de energía física. Los juegos que necesitan de actividad física son una magnífica opción para compatibilizar con el deporte.

Si eres de los que ve en la unión de videojuegos y deporte algo magnífico y te preocupa tener una salud de hierro, confía en los mejores profesionales para ello.