Gotham Knights: Batman no es protagonista
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WB Games Montréal es la autora de Gotham Knights, el último éxito de Batman en los videojuegos que nos permite vivir frenéticas batallas manejando a sus aprendices.
Extra, extra. ¡Batman ha muerto! Sí, el Caballero Oscuro, principal velador de la justicia y el bienestar de Gotham, ha muerto. ¿Y ahora? Pues no hay problema, porque Bruce Wayne ha dejado tras su marcha un legado que recogen sus principales ayudantes, aquellos que lo aprendieron todo con él y ahora han de tomar su testigo. En Gotham Knights nos pondremos en la piel de Robin, Batgirl, Nightwing o Red Hood para tratar de esclarecer qué ha ocurrido en la ciudad.
El título es un heredero directo de los clásicos Batman Arkham, aunque su historia no forma parte del mismo universo narrativo que los títulos de Rocksteady y es algo que remarcan constantemente. Aun así, bebe de su ambientación, de su sistema de combate y de su mundo abierto: será imposible no acordarse de aquellos cuando nos desplazamos en los vehículos, cuando hacemos combos de combate interminables o al movernos silenciosamente por los conductos de ventilación.
Disponible para la nueva generación, PlayStation 5 y Xbox Series X/S además de para PC, el juego hará las delicias de los seguidores del murciélago, ya que la historia está repleta de guiños a rivales y aliados del personaje.
La mala noticia es que el juego no ha hecho justicia a sus predecesores. Es cierto que está repleto de contenido y que constantemente nos van surgiendo misiones y desafíos conforme recorremos la ciudad, pero estos no se sienten como algo conectado. Su trama es demasiado predecible y no hay nada a lo que agarrarse para engancharnos y, para colmo, su sistema de combate es simple y poco complejo.
Análisis de Gotham Knights: resolviendo el crimen de Batman
La premisa es, en principio, atractiva: Batman ha muerto y alguien tiene que ocupar su lugar. Ese vacío lo aprovecha la Corte de los Búhos, que se convierten en la principal amenaza de la ciudad. Como uno de sus pupilos, has de iniciar una investigación para conocer quién anda detrás de esa banda, para lo que tendrás que enfrentarte a 8 villanos diferentes para reunir información y sacar tus propias conclusiones. Lo malo es que la historia no ofrece mucho misterio, algo que deja por los suelos a una saga de títulos que se caracterizó por su buen guion.
Hay un elemento bastante salvable de todo esto: la caracterización de los cuatro protagonistas. Son el escaparate principal del juego y rinden a la perfección, sobre todo en la profundización de las relaciones entre ellos y del vacío les deja la muerte de su padre adoptivo. Las interacciones dentro del juego están bien elaboradas, ya sea a través de las cinemáticas, en los diálogos por los walkies o al combatir con los enemigos.
Sus características RPG no están tampoco bien aprovechadas. Para mejorar el equipamiento del personaje has de realizar repetitivas y aburridas misiones secundarias que poco o nada aportan a la historia y que son una pérdida de tiempo, sacándote completamente del juego y ralentizando su desarrollo. Que a cada paso que des en el mapa te rodeen una horda interminable de misiones secundarias no ayuda mucho, máxime si estás no están bien conectadas con la historia principal. Y por mucho que cada una ofrezca desafíos distintos (sigilo, combates, investigaciones o resolución de puzles), su monotonía acaba pesando mucho.
Una ambientación que te dejará sin habla
La pena es que el escenario no se haya aprovechado tan bien. El diseño de Gotham es increíble y las distintas formas de moverse entre ellas son espectaculares. Los puntos de viaje rápido facilitarán esta tarea, aunque el método para desbloquearlas tampoco sea muy allá. La ciudad es un espectáculo y su desarrollo es sobresaliente, con una atmósfera que te mete de lleno en el juego con decenas de lugares simbólicos.
Uno de los puntos más importantes es el Campanario, lugar que hace las veces de Batcueva y donde trabaja principalmente Tim Drake, el tercer Robin. Allí, hay una pizarra donde consultar información de las misiones (la principal y las secundarias de villanos), la mesa de crafteo de los trajes y armas, el taller de los vehículos y un ordenador donde obtener información personal de los protagonistas.
El sistema de combate no es malo, pero sí un poco simple. Cada personaje tiene un set de movimientos diferente, pero todos tiene un núcleo común: ataques básicos, fuertes, a distancia, con el arma, impulso y habilidades, algunas de las cuales pueden ejecutarse en conjunto con otros compañeros. Y el centro de las peleas está en ese dash, que te permitirá alcanzar a los rivales y ejecutar combos de ataque para que la barra que luego puedes gastar en habilidades se rellene. Pero no es el único método, también has de esquivar y hacer parry a los rivales. En cuestión de horas nos acostumbraremos a esto y notaremos que este apartado es bastante flojo.
Gotham Knights tiene un modo cooperativo que es más divertido que el solitario, ya que podrás aumentar la dificultad de los combates (cambian algunos ataques rivales y se hacen más fuertes si hay dos jugadores) y hacer combos con tu amigo, así como vivir la historia en compañía. Este se obtiene tras finalizar el tutorial.
En definitiva, si bien hablamos de un juego que no es equiparable a los de Rocksteady, sí es una excelente alternativa que, aunque cuenta con muchas carencias y quiere abarcar muchos aspectos sin profundizar en ninguno, acaba siendo bastante entretenido.