Xbox One X, la consola más potente
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Su lanzamiento en noviembre de 2017 supuso un vuelco en la consola de Microsoft por su capacidad de reproducir títulos en resolución 4K de forma nativa o un hardware que ha sido comparado con el de un ordenador de alta gama.
En el E3 de 2017, Microsoft desveló la actualización de su consola para competir con la Playstation 4 de Sony. Cuando pensábamos en una consola de última generación, lo primero que nos imaginábamos eran mejores gráficos y una física más realista, pero la Xbox One X iba más allá de eso.
Las características técnicas de lo que fue denominado originalmente “Project Scorpio” (por su procesador gráfico) resultaron ser impresionantes: la Xbox One X cuenta con 6 teraflops de potencia, 3GB por segundo de memoria RAM y ocho procesadores. La apuesta de Microsoft de lanzar “la consola más potente del mercado” no defraudó a sus seguidores.
De hecho, sus características se pueden comparar a un ordenador de alta gama, con una tarjeta gráfica GTX 1070 y 16 GB de RAM. Un juego que en la versión más potente de la Playstation 4, la PS4 Pro, corre a 30 fotogramas por segundo, en la Xbox lo hace al doble. Esto significa mucha mayor fluidez a la hora de jugar.
La idea básica que tuvo Microsoft a la hora de diseñar la Xbox One X fue la de darle la capacidad de reproducir títulos de 1080p a cuatro veces su resolución. Y es un objetivo que han conseguido con creces, pues no necesita acceder a las nuevas características de la GPU del sistema.
El Xbox One X no se trata de un sistema completamente nuevo, como lo fue al pasar de la 360 a la One, sino una estrategia similar a la de Sony con su PS4. Y una de las grandes ventajas que presenta el nuevo sistema es la capacidad de reproducir juegos de generaciones anteriores de la consola.
Un acierto, sin duda, ya que es una pena no poder disfrutar de títulos que ya habíamos comprado para otras consolas. La retroactividad funciona con los juegos de la Xbox 360, y están trabajando en un parche para que puedan jugarse los de la Xbox original.
Pero más que únicamente reproducirlos, la potencia gráfica del nuevo sistema hace que se puedan jugar con mayor calidad visual y un tiempo de carga irrisorio. Esto significa mejores texturas, objetos que aparecen en el mapa antes y mayor fluidez al soportar 60 fotogramas por segundo (y más).
Según Phil Spencer, director de la división Xbox, estuvo hablando con el creador de la serie de juegos de fútbol americano Madden en el E3 y se sorprendió por
“Cómo se veía y movía el césped. A medida que los gráficos se vuelven más realistas, tu cerebro se da cuenta de los detalles que no encajan del todo. El 4K podría cambiar también la física de los juegos, incluso como se mueven los árboles”.
El secreto de la Xbox One está en su interior
Las especificaciones técnicas de esta máquina son impresionantes, especialmente en un sistema que cuesta 499 Euros:
- 8 procesadores de 2,3 GHz
- 6 teraflops de potencia gráfica. Para comparar, la PS4 Pro cuenta con 4,2 teraflops, y la Xbox One únicamente 1,31.
- 12GB de RAM GDDR5, la tecnología más puntera en memorias.
- Un disco duro de un terabyte.
- Audio Dolby Atmos, que hará que las bandas sonoras de tus juegos favoritos (pingback a juegos con historias buenas pendiente de publicación) te sumerjan en la acción.
Sin embargo, para poder disfrutar al máximo de esta consola, es necesario que contemos con una televisión que soporte Ultra HD y HDR. Los desarrolladores de videojuegos ya están creando títulos que funcionen en 4K, en vez de usar ‘parches’ de píxeles para simular la mayor resolución.
Su precio la hace también la consola más cara del mercado (la PS4 Pro cuesta 399 euros) y si bien es cierto que es difícil encontrar esa capacidad en un ordenador de 500 dólares, los jugadores que se toman en serio la calidad gráfica de sus títulos suelen ir a por un ordenador. Es cierto que son más caros, pero también más fuertes. Y además se pueden mejorar en el futuro, pieza por pieza.
La decisión de Microsoft de no crear ningún título exclusivo para la One X es noble, pero también le quita el incentivo a que muchos jugadores quieran dar el salto a la nueva versión. Al fin y al cabo, decantarse por una consola u otra depende de los juegos exclusivos de los que se quiera disfrutar. Playstation tiene The Last of Us y Uncharted, mientras que Xbox cuenta con Forza Motorsports, Gears of War o Halo.
En cualquier caso, las cifras de las mejoras de su sistema, los menores tiempos de carga y la posibilidad de disfrutar de los gráficos impresionantes como los de su simulador de carreras, Forza Motorsport 7 o las explosiones futuristas de Halo en Ultra HD sí suponen un aliciente para muchos jugadores, como demuestra el repunte de ventas experimentado por Microsoft en los últimos meses.
La empresa americana ha jugado fuerte al combinar la potencia de un ordenador con la practicidad de una consola y vender a un precio algo más elevado que el de su gran rival. Y eso teniendo en cuenta que el número de personas que pueden ver la diferencia entre 4K y no-4K tampoco es tan elevado. Pero, por el momento, parece que les ha salido bien el órdago.
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