Videojuegos convertidos en películas

El nacimiento del cine es muy anterior al de los videojuegos. Ambos géneros no son competidores, ya que su público y su naturaleza son diferente… pero eso no significa que compartan muchas similitudes y que se nutran de las bondades del otro. De hecho, la industria de Hollywood ha visto en el mundo de los videojuegos un tirón y una influencia para muchas de sus creaciones. Te contamos algunos de los juegos que se han convertido en películas.

Lo cierto es que hay muy pocos casos de éxitos: la mayoría fueron un fracaso rotundo que no solo dejaron en mal lugar al videojuego, sino que marcaron de por vida la carrera de directores y actores. Hay excepciones, pero muy pocas. ¿Quieres saber de cuáles se trata? Te las mostramos a continuación.

Películas de videojuegos, la espinita clavada de Hollywood

Assassin’s Creed (2016)

La franquicia de Ubisoft tiene mucho tirón para una posible saga de películas: los diferentes periodos históricos, la acción, la trama de mercantilizar con los recuerdos de la gente… pero nada de esto ha sabido presentarse a la perfección en esta película que pintaba a tener una continuación pero cuyo fracaso estrepitoso lo impidió. El filme, dirigido por Justin Kurzel y que tuvo a Michael Fassbender como principal asesino, intentó emular, sin mucho éxito, los sucesos del primer videojuego.

En sí no es una película mala ni aburrida. Quizá con otra precuela donde pudiera explicarse todo mejor habría podido funcionar, pero ni fans de los videojuegos ni espectadores que no conocían nada terminaron contentos con ella.

Prince of Persia: The Sands of Time (2010)

Con Jake Gyllenhaal como protagonista, la película no pudo ser más plana. Era una mezcla de Indiana Jones, Star Wars y Piratas del Caribe que nunca termina de atraer la atención del espectador. No es nada coherente con el universo del videojuego, presenta algunos agujeros de guion y sus personajes son poco carismáticos.

Warcraft (2016)

Había mucho miedo respecto a la colaboración que Universal Spain y Blizzard llevaron a cabo para adaptar la trilogía de Warcraft al mundo del cine. Pero nada más lejos de la realidad: el diseño de los personajes no solo es fiel, sino que está hecho de forma meticulosa, la historia sigue los acontecimientos tal y como se contaban en los juegos y las escenas de acción tienen una coreografía muy impactante. Lo único malo de la película es que no tiene continuación: cuando empezaron a hablar de su secuela, llegó el Covid y cambió por completo los planes. Hay esperanzas de que pronto puedan empezar a trabajar en ella, pero de momento habrá que conformarse con lo que hay. Te guste Warcraft o no, este filme es una delicia que te fascinara.

Detective Pikachu (2019)

Es una adaptación de un spinoff de la saga principal… pero lo cierto es que han sabido adaptar tan bien el mundo pokémon a un live-action que nos habría fascinado seguir viendo películas del mismo estilo. La trama es bastante llamativa y, para ser de Pokémon, adulta. Una película sobresaliente que nos muestra un universo muy rico y que dista mucho de ser el paraíso que siempre suelen presentar los juegos de Nintendo.

Saga de Resident Evil (2002-2017)

La primera película tenía un pase, con mucha acción y sabiendo tratar y adaptar al lenguaje del cine los primeros pasos del universo de los videojuegos. Pero de la segunda en adelante, todo se convierte en un auténtico despropósito sin sentido. Paul W.S. Anderson empezó bien su periplo, pero no supo encauzar la situación y convirtió la saga en un meme que ni su reboot pudo solucionar.

Sonic, la película (2020)

No os vamos a engañar, había muy poca fe en ella. Máxime cuando el primer diseño que se presentó del erizo era horrible. Y la verdad es que se le ve mejor en 8 bits que en 3D, pero el resultado final es muy bueno. De hecho, la crítica fue tan buena que la figura icónica de los videojuegos se revitalizó, reeditando algunos de sus clásicos juegos y poniéndolo en el punto de mira para futuras entregas. Un filme entretenido y que gustará a la familia al completo.