Todo sobre la Superliga Orange y Splyce, su ganador
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La final, celebrada en la Cartuja Center CITE de Sevilla reunió a casi tres veces más de público que la anterior, con 56.000 espectadores como pico más alto.
Splyce Vipers se ha coronado campeón de la Superliga Orange de League of Legends tras derrotar a Origen Barcelona en una disputadísima final (3-2) que se celebró en la Cartuja Center CITE de Sevilla y que reunió a 2.000 seguidores en el estadio y a un pico 56.000 espectadores en la retransmisión, una cifra que casi triplica a la de la última edición, organizada en Murcia y que tuvo a 22.000 personas como máximo.
Más de 200.000 personas conectaron en algún momento con el encuentro, otra rompedora estadística que convierte a esta temporada como la que más audiencia ha reunido de todas las que se han celebrado hasta el momento.
La competición ha contado con 23 jornadas repartidas entre fase regular, cuartos de final, semifinales y final, con una media de 151.000 espectadores, más del doble que el año pasado, cuando la cifra rondaba los 65.000.
Splyce, un merecido campeón
La capital hispalense se preparaba para albergar una cita única. Por un lado, Origen Barcelona llegaba a la final muy motivados tras quedar segundos en clasificación y deshacerse en semis de Penguins, que a su vez eliminó en la anterior ronda a uno de los favoritos, Vodafone Giants. La filial del equipo dirigido por Enrique ‘xPeke’ Cedeño se deshacía de esta manera de uno de los favoritos para alzarse con la competición.
Splyce no sorprendió menos. Tras una fase regular mediocre, con una primera vuelta en la que apenas habían conseguido ganar un par de partidos, el equipo se recompuso para llegar muy justos a los playoffs, dejando fuera en el último momento a Movistar Riders y a S2V.
Ahí llegó el punto de inflexión: las víboras mejoraron claramente su juego. Y tenían razones para ello, ya que su plantilla es posiblemente una de las más potentes y completas de la escena. Jørgen ‘Hatrixx’ Elgåen, que juega en la línea del medio, fue el mejor jugador de la pasada temporada; Andrei «Orome» Popa, toplaner del equipo, galardonado como rookie del campeonato; Sebastián ‘Tierwulf’ Mateluna, el jungla, es probablemente uno de los mejores jugadores de Latinamérica; el habilidoso AD carry Olivier ‘Prime’ Payet; y el experimentado botlaner Aleš ‘Freeze’ Kněžínek, que cuenta en su haber con decenas de partidos en la máxima competición europea, la LCS. Lo sorprendente de todo fue que arrancaran tan mal.
El vigente campeón, eliminado
Como tercer clasificado, Vodafone Giants ejerció el derecho de seleccionar su rival en cuartos y supo prever el surgimiento de las víboras: eligió enfrentarse a Penguins, la otra opción. Splyce se enfrentó en cuartos a G2 Heretics y demostró que la intuición de los gigantes fue acertada. Tras una ilusionante primera victoria, las víboras se encomendaron a la superior calidad de sus jugadores: ahí estaba la diferencia entre ambos conjuntos. Con lo justo, aplastaron a sus rivales y pasaron a la siguiente ronda para enfrentarse al primer clasificado de la liga regular y vigente campeón, Mad Lions.
Contra los leones todo se presumía diferente. Ellos también tenían una plantilla muy completa, talentosa y experimentada. Y también algo más importante: era un equipo cuya columna vertebral se había mantenido. Por eso nadie se esperó lo que finalmente ocurrió.
Splyce Vipers completó una de las mayores sorpresas de la historia de la LVP: que el último clasificado a los playoffs tirara al anterior campeón la corona en la cara. Porque ocurrió exactamente eso: la víbora fue a la yugular del león y lo dejó K.O. Uno de los mayores culpables: Orome. El rumano cargó con gran parte del peso del equipo en la eliminatoria llevándolo en volandas hasta la final. Freeze también tuvo su responsabilidad al no haber muerto en dos de los tres enfrentamientos.
El Origen puso a Splyce en aprietos
El primer round entre los dos finalistas se lo llevarían las víboras. A pesar de que Origen arrancó con una fase de líneas espectacular, el jungla Tierwulf, a lomos del rey Jarvan IV, supo marcar los tempos de la partida y desequilibrarla.
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En el siguiente encuentro Origen supo devolver el golpe. El chileno volvió a ser la baza temprana de Splyce, pero esta vez los barceloneses supieron acompasar el encuentro, dar un golpe rápido gracias a Roison y aumentar tanto la ventaja hasta que las batallas se hacían imposibles para sus rivales.
Ambos equipos cosecharon sendas victorias en los siguientes enfrentamientos. Llegaríamos al quinto partido para resolver la final. Cualquier fallo conllevaría una pérdida irreparable. Jugaron serios, con un inicio timorato. Los barceloneses fallaron y Vipers supo convertirlo en ventaja. Pero la igualdad estuvo presente hasta el segundo final.
Los últimos compases fueron un auténtico espectáculo. Tan reñido estuvo que Origen se quedó a milésimas de segundo de tirar el nexo enemigo. Las víboras se repusieron e impusieron su autoridad. Y una de las competiciones nacionales más importantes de la escena volvió a ofrecer un ejemplo más de porqué los esports están en boga.
Splyce Vipers, la cantera del primer equipo homónimo que compite en la máxima categoría europea, estrenó un título nuevo para la vitrina de la organización canadiense.
La final en Sevilla acogió a más de 2.200 espectadores in situ. Si eres un seguidor acérrimo de las competiciones esport y disfrutas de los viajes para verlos en directo, asegúrate de que todo sale bien y no surgen inconvenientes que hagan menos mágico el ser testigo directo del crecimiento de los deportes electrónicos.
