Carcassonne: Juego de mesa básico de estrategia

Hay pocos juegos de mesa tan versátiles como el Carcassonne. Es fácil aprender, es reñido, terminarlo es relativamente rápido y te permite jugar con grupos de 2 a 5 personas con posibilidad de más en caso de comprar las expansiones. Si no conocías de su existencia o nunca te ha llamado demasiado la atención, no dudes en añadirlo a tu colección porque será muy valioso para entretener a tus visitas o para llevarlo a las quedadas con tus amigos.

La estética del juego es un viaje al pasado medieval, concretamente a una ciudad del sur de Francia que está reconstruyéndose. Algo que como jugador tendrás que ir haciendo tú. en tu turno debes coger una pieza del mapa cogida al azar para disponerla de la forma que mejor te convengan según tu estrategia.

No hay una edad establecida para jugar, porque es perfecto para adultos y niños. Es muy rejugable, cada partida es única y, al ser tan corta, te da tiempo a echar unas cuantas en una misma tarde. Por no hablar de que cuenta con una ingente cantidad de contenido añadido que lo hace aún más variado e interesante, aunque el presupuesto puede llegar a irse de madre.

Cómo jugar al juego de mesa Carcassonne

Cada jugador tiene un total de 8 fichas, 7 de soldados y uno de monje. Estas fichas se utilizan para ganar puntos al colocarlas sobre las piezas del mapa que acabas de colocar, ya sea en caminos, en monasterios o en castillos. Los monigotes volverán a tu mano cuando la estructura en la que fueron puestas se complete ganando puntos en función del tamaño de esta. No podrás colocar monigotes en otra zona del mapa que no sea la que acabas de poner y, en caso de ser colindante a una que pertenezca a un rival, se te prohíbe poner a alguno de tus personajes.

Puede parecer un juego de mesa donde cada usuario va a lo suyo, pero lo cierto es que hay varias formas de molestar al rival, como por ejemplo poniéndole una pieza del mapa que dificulte mucho terminar su estructura o encajarla de forma que puedas poner tu pieza por separado y después unirla a la suya y así pugnar por la edificación. En este caso, el jugador que se lleve los puntos cuando acabe será el que más monigotes tenga sobre esta.

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Por supuesto, será imprescindible saber jugar bien tus monigotes. Son limitados y habrá ocasiones donde tengas que plantear si te merece la pena o no colocarlos o guardártelos para más adelante. Como decíamos, sus mecánicas son sencillas de entender, pero es complejo hacerlo de forma eficiente.

Las mejores expansiones del juego de mesa Carcassonne

• Constructores y Comerciantes: introduce un nuevo sistema de puntos donde también se premia los recursos que posean cada jugador, además de la ficha del constructor y los cerdos, que dan más puntos a las ciudades en las que se incluyan. Introduce también la expansión del Río II, lo que hace que haya más fichas de mapa.
• La Princesa y el Dragón: mete en la ecuación las fichas del Dragón, que permite retirar monigotes de cualquier zona del mapa, el Hada, que protege a tus soldados del dragón, y la Princesa, con la que puedes echar a un soldado de un castillo. Estas fichas son neutrales y, en caso de no tener propietario, pueden ser reclamadas con la puerta mágica. Es una forma de incrementar la interactividad entre jugadores.
• La Torre: es la expansión que más interacción entre rivales crea, ya que permite robar fichas de otros usuarios colocando las fichas de la torre.
• La Catapulta: es la más divertida de todas. Incluye una pequeña catapulta que se usa cuando se pone la ficha de la Feria y te obligará a poner tu figurita allá donde haya caído.
• Mercados y Puentes: introduce las fichas del puente, que permite conectar zonas del mapa que de otra forma sería imposible por su estructura y que, además, permite subastar algunas zonas del mapa a cambio de puntos de victoria.