Batallas finales más épicas de los videojuegos
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Un desenlace mediocre puede bajar mucho la valoración de una obra: te mostramos las batallas finales más espectaculares e inolvidables de los videojuegos.
Seguro que alguna vez te ha pasado eso de que un juego te esté flipando, llega la parte final y es un auténtico desastre, lo que te deja un mal sabor de boca que, evidentemente, afecta a la calidad final del producto. Y también hay ocasiones donde pasa lo contrario. Las batallas finales de los videojuegos son fundamentales, repasamos las más épicas y esas que siempre recordaremos con una sonrisa.
Ya se trate de momentos emotivos o de desafíos complicados que te obligaban a dar lo mejor de ti, vamos a repasar algunas de estas batallas que supusieron la guinda en el pastel del título. Y tú, ¿crees que puedes adivinar de cuáles se tratan?
Ezio vs Rodrigo Borgia de Assassin’s Creed II
Reconozcamos que es, cuando menos, curiosa. Después de todo el juego acabando de la forma más épica posible con todas las personas involucradas en el asesinato de tu familia, llegó el momento de terminar con la máxima autoridad de la iglesia católica, la que ordenó matarlos. Y lo que podría haber sido una lucha épica entre dos personas con fragmentos del edén, acaba en una pelea a puños en el seno del Vaticano, algo más parecido a una película satírica con un final ridículo que a un juego serio. Aún así fue bastante inolvidable e inesperado.
Protagonista vs Gwyn, Lord of Cinder de Dark Souls
Una batalla desgarradora y llena de tensión, la cual seguramente tuviste que repetir más de una vez en tu primera toma de contacto con el juego. Es bastante anticlimática por algo muy similar a lo anterior: a lo largo del juego te presentan a una persona que es la principal culpable del estado del mundo. Hasta llegar a él has de enfrentarte a enemigos gigantescos, horrendos y aparentemente muy poderosos, y sin embargo él es un hombre vacío, un simple cascarón que escondía el mal de todo el mundo. La batalla está acompañada de una melodía triste potenciada por el silencio de ambos luchadores, solo interrumpido por el ruido de sus golpes.
Snake contra The End de Metal Gear Solid 3: Snake Eater
Otra batalla que tiene dos ingredientes principales para todo buen plato: emoción y dificultad. Es un auténtico reto que te obligará a poner los 5 sentidos en la batalla. Un juego muy avanzado para su época y que, aún no habiendo envejecido muy bien, sigue siendo una auténtica joya para los nostálgicos.
Link contra Ganon en The Legend of Zelda: Ocarina of Time
La atmósfera, la dificultad, el recorrido hecho para llegar hasta él…Un juego de 1997 difícil de olvidar: es cierto que mantiene gran nivel en todo su desarrollo, pero el cénit de la obra llega aquí, en una pelea que esperas desde el primer minuto de la obra y que es más bello aún gracias al juego de luces y sombras, donde solo aprecias a Ganon a toda plenitud gracias a los destellos de los rayos.
Kratos contra Baldur en God of War
El diálogo que da inicio a la batalla es espectacular, una prueba más de que la saga, más allá de la violencia de la jugabilidad, está escrita con mucho mimo y detalle. ¿Quién no se acordó de la historia de Kratos y Zeus después de esta pelea? La banda sonora también ayudó mucho a ensalzarla.
Dante contra Virgilio en Devil May Cry 3
Un final glorioso para, en nuestra opinión, uno de los mejores hack and slash de la historia. Y aunque es una pena ver cómo dos hermanos luchan a muerte por una rivalidad que a priori no tiene mucho sentido, el desarrollo de la batalla y su desenlace son espectaculares. Este juego se merece un remake con los gráficos actuales.
Cloud contra Sephirot en Final Fantasy VII
Ya nos gustaría verla en la nueva saga remasterizada, pero de momento tenemos que conformarnos con la original. A pesar de haber pasado tanto tiempo, los efectos de sonido, la dificultad de la batalla (cuántas veces un Meteoro nos habrá roto el corazón) y, sobre todo, la cantidad de horas que pasamos frente a la pantalla para llegar hasta allí. Otro aspecto a destacar es la banda sonora, una obra de arte digna de escuchar por mucho que pasen los años.