Todo lo que necesitas saber sobre la Steam Machine
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Valve lanzó en 2015 la Steam Machine, un híbrido entre consola y ordenador que ejecutaba Linux y el primer embrión de la recién anunciada Steam Deck.
Valve anunció en 2013 uno de sus proyectos más ambiciosos: dejar de considerar a Steam una simple plataforma de distribución de videojuegos para convertirla en una consola en sí misma. Y de esa idea surgió la creación de la Steam Machine, un aparato híbrido entre un ordenador y una videoconsola que contaría con su propio sistema operativo (de código abierto y basado en Linux) que tiraría los mejores videojuegos triple A en las mejores condiciones posibles.
Esta fue la primera apuesta de Valve por el hardware, que llegó al mercado allá por 2015. Funcionaría como una especie de especificación con las cuales otros fabricantes podrían trabajar para crear las suyas propias: ¡llevar tu ordenador gaming a cualquier lugar podía hacerse posible!
Los primeros modelos de marcas distintas no tardaron en llegar: Alienware, Alternate, Asus ROG, Digital Storm Eclipse, Falcon Northwest Tiki y Gigabyte BRIX Pro, entre otras muchas, lanzaron al mercado su prototipo, en rangos de precios que iban desde los 500 dólares hasta los 1.420, en función de la gama de sus especificaciones y de la interfaz y posibilidades que ofrecía.
Cómo son las Steam Machine de Valve
A pesar de la infinita variedad de modelos que había, la Steam Machine se estrenó con una configuración bastante avanzada para la época, que incluía:
- CPU: Intel i7-4770, i5-4570, e i3
- Tarjeta gráfica: Nvidia Titan, GTX780, GTX760, y GTX660
- Memoria RAM: 16 GB DDR3-1600 (CPU), 2 GB GDDR5 para las GTX660 y GTX760, 3 GB para la GTX780 y 6 GB para la Titan (GPU)
- Disco duro: 1TB/8GB Hybrid SSHD
- Fuente de alimentación: interna 450 W 80 Plus
- Dimensiones:5cm de ancho x 31.5cm de largo x 7.3cm de alto
Aún así, el prototipo no caló demasiado hondo. No terminaron de vender todas las unidades que requerían y la compañía decidió abandonar pronto el proyecto para embarcarse en uno nuevo, el Steam Controller. Los problemas principales a los que se enfrentaba la Steam Machine fue la incapacidad para correr todos los videojuegos, la dificultad de mantener una fluidez, su lobby un tanto caótico y su uso poco funcional (¡no podías encender la consola con el mando!). Para colmo, había una enorme diferencia entre algunos modelos, cambiando sustancialmente la forma en la que se disfrutaba de los juegos.
El hecho de elegir Linux como su sistema operativo fue un auténtico error que lo condenó al fiasco: los desarrolladores no hacían juegos para ese sistema porque apenas había usuarios y la comunidad no lo quería porque no había juegos. Era la pescadilla que se muerde la cola.
Para colmo, salieron a la vez que la Xbox One y la PlayStation 4, lo que redujo bastante su impacto en el mercado. Con el tiempo, Steam acabó reduciendo el lugar que ocupaba la consola en su catálogo, en parte porque se habían resignado y comenzaron a apostar por otros productos más modernos. Incluso llegaron a eliminarla de la barra principal de productos de la web debido al ínfimo tráfico que estas generaban. Aún así, Valve siguió apostando por el hardware en su lucha por encontrar un producto único.
Lo que llegó tras la Steam Machine de Valve
La compañía continuó intentándolo. Su último proyecto es un heredero directo de esta: la nueva Steam Deck, una suerte de Nintendo Switch pero que funciona como un ordenador y que corre sus videojuegos, es el resultado del fracaso de los anteriores intentos de Valve, ya que ni Steam Controller ni Steam Link cumplieron con las expectativas depositadas sobre ellos.
Pero todo ha cambiado con el nuevo modelo de Steam Deck. Para empezar, porque Valve la presenta como un ordenador portátil y no como una consola, y después, porque sus especificaciones no tienen mucho que envidiar a las de PlayStation 5 y Xbox Series X. A excepción claro, de su modo portátil, ya que la pantalla de este no tiene una resolución mayor que el HD. Aún así, cuando se conecta a una televisión (como ocurre con la Switch) puede llegar a alcanzar los 8K y los 60FPS. Pero eso no significa que lo hará en el mismo pico de nivel que los aparatos de Sony y Microsoft o un PC bueno, sino que simplemente tendrá “una potencia envolvente muy eficiente”, según anunciaron en su presentación.
De momento, quedan unos cuantos meses para que Steam Deck llegue al mercado, pero el heredero de la Steam Machine tiene un propósito claro: hacerse un hueco en el mercado y no desmerecer los avances que lograron con los anteriores hardware de la compañía.
Borja Díez
Periodista especializado
Colaborador de MAPFRE