¿Cómo jugar a rol? Guía para los novatos
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¿Te apetece jugar al rol pero no sabes por dónde ni cómo empezar? Esta guía te dará las claves principales para poder disfrutar al máximo de la experiencia.
Antaño era algo de frikis o tíos raros, pero con el paso del tiempo, el rol se ha convertido en una experiencia cada vez más habitual. Series de televisión o videojuegos como Baldur’s Gate III, uno de los aspirantes a GOTY (Game of the Year), han atraído la atención de un gran número de curiosos, que tienen las ganas de probar una partida pero no saben cómo empezar. Si ese es tu caso, no te preocupes: te mostramos a continuación una guía para jugar al rol para principiantes.
Antes de empezar con la guía, es recomendable que investigues todas las alternativas posibles. La más conocidas son las de Dungeons & Dragons, la opción ideal para los novatos, pero lo cierto es que hay historias de rol de casi todo: Señor de los Anillos, Warhammer, Harry Potter y de todo lo que puedas pensar. Échale un vistazo al mundo narrativo que más te llame la atención, busca un juego de rol que alguien haya creado y lee todo lo que puedas al respecto. Una vez hayas encontrado el que te gusta, ¡llegó el momento de ponerse manos a la obra!
Te mostramos cuáles son los pasos que has de seguir para que empiece tu partida.
Cómo empezar a jugar rol paso a paso
Elegid a un máster
El director de juego, también conocido como máster, es el encargado de guiar la experiencia de todos los jugadores y narrar la trama. Basándose en una serie de directrices y en las bases del lore, ha de crear el mundo y la historia, mostrando los desafíos y supervisando que se cumplen las normas. Aporta vida al mundo a través de los NPC, cada uno con sus propias motivaciones y personalidades, lo que ayuda a que el mundo se sienta más dinámico.
Debe estar preparado para adaptarse y ajustar la historia en función de las elecciones de los jugadores. La improvisación puede llevar a algunas de las mejores partes de la historia. Anima a los jugadores a explorar y ser creativo al responder a sus acciones. Decide cuándo es necesario que los jugadores realicen tiradas de dados y cómo interpretar los resultados. Esto afecta el flujo de la historia y la resolución de acciones.

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Fuente: Flickr
Crea tu personaje
Es una de las partes más emocionantes del rol. Desarrolla una historia convincente para tu personaje y establece las bases de su comportamiento y sus habilidades. Has no solo de diseñar cuáles son sus objetivos y motivaciones, también la clase, el trabajo, la raza… Asigna valores a los atributos de tu personaje, que pueden variar entre juego, pero son, normalmente: fuerza, destreza, constitución, inteligencia, sabiduría y carisma. Estas afectarán a la efectividad en diferentes situaciones y combates. Otro aspecto para tener en cuenta es el equipamiento que tendrá tu personaje, como las armas y las armaduras.
Cuanto más detallado y pensado sea tu personaje, más rica será tu experiencia de juego. Cualquier cosa puede influir en la historia: las relaciones con otros personajes, creencias políticas y religiosas…
Asegúrate de tener el equipo necesario
Aunque muchos grupos utilizan plataformas digitales, tener lápices y papel es útil para tomar notas, dibujar mapas rápidos o hacer seguimiento de la historia. Ten en cuenta que otra cosa muy necesaria son los dados, tanto de 10 como de 20 caras. Tener a mano un libro de reglas básicas del sistema es esencial, sobre todo para supervisar que todo sale bien y resolver dudas sobre sobre razas, clases y mecánicas de juego.
La primera partida es la más difícil: aprende de ella
Cada sesión ofrece lecciones y oportunidades para mejorar. Sé crítico con la experiencia de juego, tanto si eres jugador como máster, y busca maneras de enriquecer la narrativa y la dinámica del grupo. La práctica continuada te hará más competente y cómodo en el mundo del juego de rol, además de que las partidas serán mucho más fluidas y completas.