Es posible que lo hayas leído en varios sitios, es posible incluso que te hayas sumado a la petición en Change.org para evitarlo, aunque me temo que si hay una cosa clara es que la cabezonería del gobierno nos va […]
Es posible que lo hayas leído en varios sitios, es posible incluso que te hayas sumado a la petición en Change.org para evitarlo, aunque me temo que si hay una cosa clara es que la cabezonería del gobierno nos va a llevar a un inevitable cierre de algunos de los canales de TDT más minoritarios, pero no por eso, de menor calidad.
Es una decisión del Tribunal Supremo que obedece a un defecto de forma en la concesión de los canales en un primer momento, un defecto que se ha venido arrastrando desde que se empezó a emitir en digital y que ha llegado hasta aquí tras numerosas inversiones de los principales grupos mediáticos en crear y lanzar diferentes contenidos para su oferta de canales.
');
Que la ley es la ley y hay que cumplirla es algo evidente, que el gobierno solo está insistiendo en hacer cumplir una orden del Tribunal Supremo tampoco es discutible, como no lo es el grave perjuicio empresarial que sufren quienes han invertido dinero en crear La Sexta 3, Nitro, La Siete o Xplora para ahora encontrarse con que tienen que cerrar. Desde el punto de vista de cualquier ciudadano de a pie, parece evidente que hay poca voluntad de consenso en este sentido, pocas ganas de buscar alternativas.
La cuestión es más sangrante aún cuando en la TDT encontramos más de uno y dos canales dedicados a la teletienda o a los programas de llamadas a teléfonos de tarificación especial, tras los cuales hay supuestas pitonisas que nos adivinarán el futuro. Son contenidos “legítimos” si nos atenemos a la ley, pero no parece muy justo que quienes quieren de verdad ofrecer contenidos audiovisuales deban cerrar mientras estos otros, que solo buscan la rentabilidad por cualquier medio, se mantengan.
Pedrerol podría quedarse de nuevo sin canal en el que emitir su tertulia deportiva
Muchos dirán que tampoco es tan grave, que hay días en los que la oferta es tan lamentable que no existe un solo canal con una oferta decente y, si bien es una opinión respetable y no son pocos los que no se identifican con contenido alguno de los disponibles, la realidad es que es un lujo tener un canal que emite películas 24 horas al día (no solo no importa que no sean recientes, hay auténticas joyas escondidas en La Sexta 3 de mucha mayor categoría que algunos de los estrenos que a precio de taquilla nos ofrecen las televisiones de pago), también prefiero que exista un canal de telenovelas a uno de telepitonisos, pues al fin y al cabo se trata de puro entretenimiento-ficción (quizá los pitonisos también podrían encajar en esta definición) y personalmente soy muy fan de los programas de canales como Xplora o Nitro, donde además hace poco recaló la tertulia deportiva de un Josep Pedrerol injustamente despedido de Interconomía, que ahora de nuevo se quedaría sin canal, para un programa que, independientemente del volumen de sus gritos, ha demostrado ser una opción que interesa a un nutrido grupo de audiencia.
¿A quién beneficia el cierre de estos nueve canales? Absolutamente a nadie. Alguien debería sentarse a negociar qué es lo que debe hacerse cuando el cumplimiento estricto de una ley choca abiertamente contra el bien común y los intereses empresariales de dos grupos mediáticos que dan trabajo a tanta gente y que, hasta donde se ha podido demostrar, no han sido culpables de los defectos de una concesión mal gestionada.
Fotos: Atresmedia, Mediaset
Este sitio web utiliza cookies para facilitar y mejorar su navegación. Vd. puede configurar su navegador para rechazar estas cookies, pudiendo en tal caso limitarse la navegación y servicios del sitio web. Si no modifica esta opción y continua navegando, Vd. está consintiendo en la utilización de las cookies de este sitio web. Si desea más información sobre las cookies que utilizamos en nuestro sitio web, puede consultar nuestra Política de Privacidad y Cookies.
Cerrar
Deja un comentario